Con la llegada del otoño, nuestro organismo suele debilitarse ya que se enfrenta a ciertos cambios. El cambio de horario, la vuelta a la rutina, el estrés, la bajada de las temperaturas, etc., hacen tambalear nuestras defensas, por ello tenemos que estar preparados para hacer frente a este tipo de adversidades.
A continuación vamos a dar una serie de pautas que nos ayudarán a reforzar las defensas de nuestro sistema inmunológico, siempre dentro de una dieta sana y equilibrada:
– Alimentos ricos en vitamina A, C y E: como la zanahoria, la calabaza, las frutas cítricas, los vegetales de hoja verde, los frutos secos y las semillas.
– Alimentos ricos en omega 3, 6 y 9: pescados, mariscos, frutos secos, cereales, soja y semillas de lino.
– Alimentos ricos en vitamina B y Zinc: legumbres, cereales, pescados, mariscos, huevo, productos lácteos y frutas.
– Alimentos ricos en hierro: legumbres, carnes, huevo, espinacas y acelgas.
No olvides incorporar a tu dieta saludable:
– Aceite de oliva: por su alto contenido en antioxidantes y otros nutrientes esenciales, nos ayuda a fortalecer el sistema inmunitario, además de tener propiedades anticancerígenas y reducir el colesterol.
– Cebolla: muy útil para aliviar catarros y resfriados por su acción expectorante, bactericida y fungicida, además de ser depurativa y diurética.
– Ajo: antibiótico natural por excelencia.
– Limón: alimento depurativo y antiséptico.
– Miel: si sabemos controlar la cantidad que tomamos, la miel es un perfecto sustituto del azúcar ya que, además de endulzar, es antioxidante, antiséptico y bactericida.
No dejes que el otoño acabe con tu energía!
Un saludo dietético.